jueves, 7 de julio de 2016

¡Feliz Tanabata a todo el mundo!



¿Quién no ha visto las estrellas en pleno verano por la noche? Esos pequeños puntos blancos dibujados en la oscura noche que nos hacen plantearnos cuán pequeño es el mundo comparado con el amplio espacio… ¿Estaremos solos o habrá vida más allá?… Un sin fin de misterios y belleza, una maravilla a la que los japoneses denominan Tanabata.


Esta festividad japonesa derivada del Día Chino del amor ( o Qi Xi) celebra la llegada del séptimo día del séptimo mes lunar recopilado en el calendario chino, o lo que es lo mismo, el reencuentro entre Hikoboshi (Kengyuu, un pastor) y Orihime (Hija del Tentei, el Rey Celestial) en Japón. En esta historia el amor es el protagonista, y no es de extrañar, pues era tan grande el amor entre el pastor y la hija del rey, que hasta las tareas más divinas que debían hacer las dejaban de lado solo para estar “cinco minutos más” arropados en los brazos. Marido y mujer no podían dejar de verse.